El nombre Ca l’Alzina es un guiño al antiguo restaurante del lugar, que llevaba el apellido Alsina. Queríamos darle un aire nuevo pero sin perder esa esencia que lo hace tan especial. Las encinas siguen siendo las protagonistas. De hecho, una de ellas inspiró el logotipo. Todo el espacio ha sido rediseñado por uno de los paisajistas más reconocidos del país. Ha quedado un sitio precioso, pensado para que cualquiera pueda disfrutarlo.